El proyecto Haydi paylaşmak (compartamos) es el resultado de la observación al transitar las calles de la ciudad de Tarsos. Las mujeres se ven obligadas a prestar especial atención cuando deben elegir en qué lugar pueden sentarse a compartir una taza de té o café. Las cafeterías (Kahvehane) de clientela únicamente masculina son uno de los últimos espacios remanentes de tiempos en los que a la mujer se le impedía salir.

Turquía se debate mayoritariamente entre dos grandes sectores de la sociedad, quienes sostienen tradiciones; y quienes aspiran a cambios sociales. Entre ellos, la liberación de la mujer del confinamiento en los hogares y la vida familiar.

El espacio privado y el público son así instrumentados. Estos espacios se refuerzan mutuamente; ya que, si el rol de la mujer es el de estar en familia, no hay necesidad de habitar el espacio público. Si en el espacio público no hay lugar para que la mujer comparta con otras personas, no hay necesidad de salir del ámbito privado. De esta forma, la mujer es invitada a reducir sus vínculos.

En este contexto es importante volver a pensar los espacios, pensarlos como lugares en los que se puede coexistir, como lugares en los que comunicarse con otras personas y quizás encontrar en esas conversaciones las similitudes de las problemáticas diarias. El proyecto comparte esta inquietud con las mujeres, quienes fueron las protagonistas de las acciones, quienes atravesaron la experiencia y sintieron de primera mano lo que sucede al atravesar estas murallas invisibles del espacio.

El compartir es no solo entre las participantes, sino que Haydi paylaşmak ha sido desde el momento de su nacimiento un proyecto que ha construido lazos. No sólo de la artista con las mujeres de Tarsos, sino entre ellas. El Concejo de Mujeres del Ayuntamiento se ha conectado con el espacio Kadın Savunması (Defensa de la mujer). Mujeres académicas de otros puntos del país han dado su apoyo al proyecto proveyendo así de valentía a las mujeres protagonistas.

El irrumpir en un lugar implícitamente prohibido pretende ser la continuación de un debate que tiene como objetivo la recuperación del espacio público. El comprender que el mismo tiene influencia en otros espacios y es necesario para la creación y mantención de vínculos que ayuden a comprender la realidad propia y la ajena dentro de una cultura y política restrictiva.

El debate permite abrir preguntas y planteos relacionados con la posibilidad de recorrer todos los espacios de sus barrios, de socializar haciendo uso de las herramientas de comunicación, de crear la propia identidad, de salir de la realidad íntima y privada de sus hogares, de poder compartir sus problemáticas diarias y encontrar soluciones, de demandar mayor tiempo fuera de sus casas, quizás en trabajos y quizás lejos de situaciones de violencia doméstica. El proyecto puede derivar en este tipo de conversaciones y en la creación de contra-discursos; porque Haydi paylaşmak pretende agenciar a las mujeres y, con suerte, crear un vínculo más fuerte entre ellas y otros agentes de la sociedad.

Las mujeres que participaron del primer happening llevaron consigo una bandana violeta, color que representa al feminismo. Haydi paylaşmak es simbólico no sólo porque su objetivo es abrir un debate y no un cambio estructural del espacio público; sino porque también contiene esta insignia creada específicamente para las mujeres. Se trata de un pañuelo que contiene el antiguo dicho turco con una modificación. En vez de: «Gönül ne kahve ister ne kahvehane, gönül sohbet ister kahve bahane», que significa: «El corazón no quiere café ni cafetería, el corazón quere una charla, el café es una excusa»; se sustituirá la palabra charla (sohbet), por igualdad (eşitlik).

Haydi paylaşmak ha sido concebido y puesto en marcha en conjunto. Nació como, y es, un diálogo en el que las ideas y el debate ya se encuentran presentes entre las personas de distintos puntos de Turquía. El deseo es que esta experiencia continúe en expansión al rozar cada vez más puntos neurálgicos de otras personas que están en búsqueda de la igualdad. La única forma de averiguarlo es al compartir.